Me ha llamado la atención hoy un artículo publicado en el Diario Médico por Isabel Gallardo titulado: "Obesidad y sueño, un camino de doble dirección" y es que como vemos, hoy se celebra este día con las espeluznantes cifras de obesidad que afectan a un 23 por ciento de la población adulta española y casi el 20 por ciento
de los niños y adolescentes españoles. Además, esta patología, que se ha
venido a llamar la epidemia del siglo XXI, tiene una estrecha relación
con la aparición de enfermedades cardiovasculares, y su presencia se
asocia cada vez más con la privación de horas de sueño, a causa de los
malos hábitos, el estrés y el ritmo de vida moderno.
Con esta breve alusión a la publicación del diario médico explicaré a continuación qué es la obesidad, qué riesgos acarrea a la salud, algunos datos estadísticos y finalmente cómo prevenirla.
Actualmente la OMS define la obesidad como a una acumulación excesiva de grasa corporal, y se mide por el índice de masa corporal (IMC), según el cual una persona con un IMC mayor a 30 kg/m2 es obeso/a.
La obesidad es consecuencia de múltiples factores, citandose como posibles agentes principales el estilo de vida (mala alimentación, sedentarismo, depresión, etc) y la genética.
Las enfermedades que se ven potenciadas o en ciarta medida inducidas por la obesidad son múltiples, pero entre ellas podemos citar como de mayor impacto sobre la salud y la sociedad las enfermedades cardiovasculares, dislipemias, cáncer, apnea del sueño, diabetes, hipertensión y el síndrome metabólico.
En el periódico citado anteriormente se le ponen las siguientes cifras a la obesidad:
- La obesidad afecta a 150 millones de adultos -20 por ciento de la
población- y 15 millones de niños en Europa -10 por ciento de la
población del continente-.
- En torno al 23 por ciento de la población española mayor de 18 años es obesa, según el estudio Enrica.
- La obesidad está presente en el 35 por ciento de los mayores de 65 años.
-
La diabetes, la hipertensión arterial, la hiperlipemia, la colelitiasis
y la apnea del sueño aparecen tres veces más en las personas con
obesidad y eleva el riesgo de padecer algunos tipos de tumores, como el
de mama y el de colon.
- En niños, dormir 5 ó menos horas diarias casi duplica el riesgo de ser obeso en la vida adulta.
-
Dormir entre 5 y 6 horas diarias en comparación con 8 horas se asocia
con un riesgo dos veces mayor de desarrollar diabetes y una mayor
prevalencia de hipertensión arterial.
- El principal factor de
riesgo de dormir pocas horas se asocia con la hipersomnia diurna y, por
extensión, con un mayor riesgo de accidentes.
- La Organización
Mundial de la Salud estima que 41 millones de personas fallecerán por
patologías crónicas relacionadas con una alimentación inadecuada, el
consumo de tabaco y la falta de actividad físca en 2015.
Personalmente, considero que la prevención de la obesidad debe empezar desde la edad infantil, ya que es la etapa de la vida donde el aprendizaje es más activo y en consecuencia se adquieren lo hábitos alimentarios que marcarán de por vida la forma de alimentarse del individuo. Pero, en el caso de que no disfrutemos de la ventaja de ser niños, lo importante será llevar a cabo una alimentación saludable y equilibrada, que aporte todos los nutrientes esenciales y que evite otros que en exceso pueden hacernos engordar.
Si deseas saber cómo llevar una dieta sana y equilibrada busca en este blog, porque seguro que lo encontrarás.
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